Desde el momento en el que la imagen cayó en mis manos no dejo de preguntarme cual sería la explicación a este misterioso fenómeno. Tras consultar diversas fuentes que hablan de su posible origen me atrevo a especular con una nueva hipótesis.
Nos encontramos en Gryfino, una remota región situada al oeste de Polonia. Este inusual bosque contiene 400 pinos con una curvatura de 90 grados en su base aportándole un aspecto femenino y agraciado que los diferencia del resto que conforman dicho bosque ya que todos los árboles están girados hacia el norte mientras que el resto del bosque que lo rodea desarrolla troncos rectos. Solo esa parte de pinos están doblados.
Hasta el momento, según las fuentes consultadas, existen varios mitos alrededor de este extraño bosque. Casi todas las hipótesis que tratan de explicar la original forma de los troncos apuntan a la acción del ser humano. La versión más repetida es que fueron plantados por el año 1930 con intervención humana con el fin de ser convertidas en muebles de madera curva, cascos de embarcaciones o yugos de arados tirados por bueyes. Sin embargo, antes de que pudieran ser cortados, el estallido de la II Guerra Mundial interrumpió los planes originales y fue creciendo un bosque muy singular, dejando a su paso un halo de duda y misterio. Otras prefieren buscar una razón natural. Por ejemplo, podría haber ocurrido una gran tormenta de nieve cuando los árboles eran muy jóvenes, que fue la que causó ese retorcimiento de los troncos pero, ¿solo sucedió en esta parte concreta del bosque? Otra posibilidad, secundada por menos voces a su favor, es que la curvatura de los árboles sea a causa de una mutación genética. Así, el cambio en el crecimiento de este tipo de conífera, sólo habría afectado a la remesa que se plantó por aquel entonces. Por otro lado hay teorías que afirman que una inusual anomalía gravitatoria lo suficientemente fuerte podría estar implicada.
El misterio está servido y antes de comprobarlo con una merecida visita me atrevo a especular, como os comenté, con la posibilidad de que la presencia de una zona geopatógena pudiera estar implicada en este extraño fenómeno. La presencia de fallas y corrientes de agua subterránea son capaces de eso y más. Y vosotros, ¿pensáis que el hombre tiene algo que ver o bien se trata una vez más de la interacción entre la materia "viva" y las fuerzas que gobiernan nuestro planeta?
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