25 de marzo de 2014

Los antiguos pueblos europeos y el conocimiento radiestésico


La expansión del Imperio Romano por el corazón del viejo continente europeo no solo marcó un periodo de muerte y ocupación de estos territorios.
Gracias al trabajo realizado por ilustres historiadores de aquella época, quedaron documentadas las costumbres que aquellos antiguos pueblos tenían y así han llegado hasta nosotros.
Este es el caso de nuestro siguiente protagonista a lo largo de nuestro viaje histórico alrededor de la radiestesia.
Su nombre, Cayo Cornelio Tácito, senador durante el reinado de Vespasiano en el año 88.


Fue además un gran historiador. De su obra "De las Costumbres, Sitios y Pueblos de la Germania", en la que cuenta la vida y costumbres de las tribus que vivían entre el Rin y el Danubio, podemos extraer el siguiente capítulo: "X. Observan, como los que más, los agüeros y suertes; pero las suertes son sin artificio. Cortan de algún frutal una varilla, la cual, hecha pedazos y puesta en ‘cada uno cierta señal, la ‘echan, sin mirar cómo, sobre una vestidura blanca; y luego el sacerdote de la ciudad, si es que se trata de negocio público, o el padre de familia, si es de cosa particular. después de haber hecho oración a los dioses, alzando los ojos al cielo, toma tres palillos, de cada vez uno, y hace la interpretación según las señales que de antes les habían puesto. Y si las suertes son contrarias, no tratan más que aquel día del negocio, y si son favorables, procuran aún certificarse por agüeros: y también saben ellos adivinar por el vuelo y canto de las aves. Mas es particular de esta nación observar las señales de adivinanza, que para resolverse sacan de los caballos de esta manera. Estos se sustentan del público en las mismas selvas y bosques sagrados, todos blancos y que no han servido en ninguna obra humana, y cuando llevan el carro sagrado los acompañan el sacerdote y el rey o príncipe de la ciudad, y consideran atentamente sus relinchos y bufidos. Y a ningún agüero dan tanto crédito como a éste, no solamente el pueblo, pero también los nobles y grandes, y los sacerdotes; los cuales se tienen a sí por ministros de los dioses, y a los caballos por sabedores de la voluntad de ellos. Observan, asimismo, otro agüero para saber el suceso de las guerras importantes. Procuran coger, como quiera que sea, uno de aquella nación con quien han de hacer la guerra, y le hacen entrar en batalla con uno de los más valientes de los suyos, armado cada cual con las armas de su tierra, y según la victoria del uno o del otro, juzgan lo que ha de suceder".
Sin duda alguna, este gran historiador contribuyó a nuestro actual legado radiestésico.

Fuentes:
El uso práctico de la intuición, Raúl de la Rosa.
http://www.jesusfelipe.es/tacito.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Legi%C3%B3n_romana
http://www.jesusfelipe.es/imagenes_clasicos/divinidades_germanas.jpg
http://www.imperivm.org/cont/textos/txt/tacito_de-las-costumbres-sitios-y-pueblos-de-la-germania.html

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