Las Líneas Ley constituyen literalmente el mapa del campo magnético terrestre, sus vórtices magnéticos y sus tránsitos acuíferos y energéticos subterráneos que en nuestra civilización contemporánea, fueron descubiertas (o mejor dicho, re-descubiertas), bautizadas como tales y enunciadas por el arqueólogo aficionado Alfred Watkins en su libro Old Straight Track brought publicado en 1921, en el cual explicaba que después de estudiar y fotografiar las ruinas ancestrales de Gran Bretaña había llegado a la conclusión de que todas estaban alineadas en sincronía (más tarde lo ampliaría en otras dos obras, Early British Trackways ( 1922 ) y The Old Straight Track ( 1925 ).
Entre las teorías sobre el posible origen de estas supuestas
fuentes o puntos focales (vortex point) se cuentan la arquitectónica y la de la
Geometría sagrada, entre otras. Otros autores piensan que dichos puntos serían
de origen natural y producidos por corrientes subterráneas, o líneas
espirituales de acceso y salida para toda clase de manifestaciones
paranormales.
Hoy en día, el trazado y las cartografías de estas líneas
son usados por diversas corrientes religiosas o de pensamiento como la Nueva
Era, la ufología, el esoterismo o el ocultismo.
La leyenda de estas Líneas de Poder, empezaría en la Gran
Bretaña; el folclore druídico llamaba a la energía de la tierra wyvern. Los
Druidas creían que esta energía se deslizaba como una serpiente a través del
suelo como las corrientes telúricas. Quienes estudian la religión druídica
creen que estas líneas telúricas son vías espirituales que recubren todo el
planeta.
Creían también que estas energías nacían del tránsito
acuífero de los subsuelos o de las grietas de terrenos que entran en fricción,
al igual que de los magmas subterráneos del planeta. Así pues en la creencia
druida; estas energías serían la manifestación misma de la vida sobre la tierra
y el origen de su fertilidad.
Algunos de sus lugares sagrados son Glastonbury o la
catedral de Chartres, erigida sobre un antiguo bosque sagrado de los celtas
galos (el bosque de los carnutes).
De igual modo creían que esas energías cruzaban los cielos y
el interior de la tierra, a modo de cauces energéticos que, en ciertos parajes
concretos, daban una condición específicamente benéfica a la acción de las
corrientes telúricas del subsuelo, y creaban allí un lugar privilegiado, que
los druidas marcaban mediante menhires o dólmenes. Posteriormente estos lugares
se convertirán en centros rituales y ceremoniales, donde para acrecentar o
favorecer esas manifestaciones energéticas, se cultivaba con danzas e
invocaciones. Así la creencia era que estos lugares estaban favorecidos por la
Madre-Naturaleza, y las aguas subterráneas simbolizadas por Dana, Diosa primigenia,
otorgadora de la Vida, y la Serpiente Cósmica, quien sacaba de si el Huevo
Cósmico (balain, balaun), repleto de nueva Vida y Energía.
Así pues los druidas se consideraban a sí mismos como Hijos
de la Serpiente cósmica, (Naddred, Adder) los cuales en sus creencias se
dirigían a estas zonas de poder para recibir los beneficios físicos y
espirituales en estos espacios. Era ahí donde los celtas rendían culto a la
Diosa-Tierra y demás entidades divinas que albergan las fuentes, lagos, ríos o
manantiales.
Alfred Watkins (1865-1935) Un galés; gerente jubilado de una
cervecería, anticuario, fotógrafo, arqueólogo aficionado y explorador de
lugares antiguos, notó después de visitar y fotografiar varios lugares en la
Gran Bretaña, que estos lugares estaban alineados en sincronía, por todo el
Reino Unido, siendo la primera la que lleva su nombre en el condado de
Herefordshire. En 1922 publicaría el libro Early British Trackways, ampliando
sus teorías en su otro libro The Old Straight Track, 1925. Otros Europeos, y de
otros continentes como John Muir, Henry David Thoreau y William Stukeley
desarrollarían la noción de tales líneas: uno de ellos fue John Michell, quien
identifico 22 alineamientos, pero Watkins seria quien le pondría el nombre de
pila a tales líneas. La mayor parte de su vida profesional se la pasaría
viajando por toda Gran Bretaña, lo que le llevaría a prestar atención a ciertas
alineaciones entre los antiguos centros religiosos paganos tales como túmulos,
círculos de piedras y monolitos (e incluso algunas iglesias cristianas
primitivas, que solían estar construidas sobre restos de santuarios paganos más
antiguos). Watkins acuñó el término de líneas ley, (ley lines) a partir del
hecho que, los lugares donde estas líneas se cruzaban o terminaban tenían a
menudo nombres que acababan en -ley, -ly o -leigh, (del Anglosajón antiguo que
significa (prado), (tierra limpia o despejada) Y afirmaba que estas líneas eran
antiguas vías comerciales y procesionales paganas, que conectaban los antiguos
lugares de adoración.
Estas teorías de Watkins fueron rechazadas por la
arqueología oficial como divagaciones de un fantasioso, argumentando que los
antiguos pueblos de la tierra no poseían la motivación, o sofisticación
(conocimientos) para alinear tales lugares, y la apariencia de linealidad solo
se debía a la casualidad. Pero las líneas ley pronto ganaron popularidad, y
muchas personas de diferentes creencias como los ocultistas y místicos
sugirieron que podrían tratarse de líneas de poder, por las que un adepto
podría controlar las fuerzas místicas de la propia tierra. Esto le pareció a
Watkins de mal gusto pues su idea no era mistificar su descubrimiento, sino
demostrar que los antiguos edificadores poseían un vasto conocimiento en la
construcción de vías y astronomía, además el no creía en tales cosas, aunque
más tarde debido a la popularidad de las líneas comento: "Me siento como
un hombre común, sacerdote astrónomo, Druida, brujo, ermitaño y quien lee la
mano, quienes más o menos estuvieron unidos a tal conocimiento antiguo y de
poder, aunque degenerándose llegó a su ocaso."
Después de 20 años de mapeo en 1940 los entusiastas de estas
líneas formaron una asociación internacional llamada The Old Straight Track
Club (El Club de los Antiguos senderos, rectos). Así comenzaron nuevas ideas
dejando atrás la simple idea de Watkins y de caminos con un solo propósito,
comenzando una nueva etapa en el terreno espiritual. Entre las nuevas teorías
que fueron surgiendo se encontraba que estas líneas visibles trazaban los
canales naturales telúricos de la tierra, y el mundo espiritual. Entre las
técnicas usadas para su localización estaban la radiestesia o el psiquismo.
Después de la segunda guerra mundial este movimiento perdió interés y no volvió
a resurgir hasta 1969. En 1977 seria formada la Dragon Project Trust (DPT), por
Paul Devereux con el objetivo de estudiar los megalitos y los centros de poder.
Entre los interesados por este fenómeno se encuentran Ernst Hartmann, y Nigel
Pennick del Institute of Geomantic Research, en Cambridge, Inglaterra.
Los puntos de mayor energía de esta red global (puntos vórtices),
son conocidos como "Líneas Dragón" (simbolizados por la serpiente) y
en ellos se encuentran los principales vórtex energéticos megalíticos
ancestrales canalizando como puntos de resonancia por excelencia el magnetismo
polar y un sinfín de sutiles y complejas energías, telúricas, cósmicas y
electrobiológicas.
Fuentes:
http://es.wikipedia.org/wiki/L%C3%ADneas_ley
http://es.wikipedia.org/wiki/Alfred_Watkins
http://nadanoslibradeescorpio.blogspot.com.es/2011/11/las-lineas-leys-las-fuerzas-teluricas-y.html
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