6 de octubre de 2016

Tecnologías que dañan o limitan la capacidad física, mental, intelectual y emocional

Estimados amigos y amigas,
Coincidiendo con la reciente salida del Nº12 de la revista Vivo Sano, con la que colaboro, a continuación os dejo el artículo que escribí para este número sobre "Tecnologías que dañan o limitan la capacidad física, mental, intelectual y emocional.
Espero que os guste y compartáis.
Los que queráis visualizar la revista al completo podéis hacerlo en el siguiente enlace.


Uno de los resultados de la tremenda evolución de nuestra sociedad es el aumento de la esperanza de vida. Sin embargo, esta evolución ha tenido como consecuencia el cambio en el tipo de enfermedades más frecuentes y un predominio de patologías crónicas y de afecciones que dañan o limitan nuestras capacidades físicas, mentales, intelectuales y emocionales.

Una de las cosas que tienen en común estas patologías es que están muy relacionadas con los estilos de vida que estamos llevando.

El incremento de la oferta de nuevas tecnologías presente en nuestra sociedad es incuestionable.

Si hacemos un ejercicio de memoria sobre lo acontecido a lo largo del día, sobre cómo ha sido el ambiente en el que se ha desarrollado nuestro trabajo y sobre el entorno en el que hemos descansado y dormido, podemos aventurarnos a decir que en la mayoría de los casos hemos tenido próximos algún dispositivo electrónico o algún aparato eléctrico.

Y es que desde que nos levantamos hasta que nos acostamos e incluso durante el tiempo invertido en dormir, las nuevas tecnologías están presentes.

Presentar una lista con los dispositivos y aparatos más utilizados por el ser humano no sería representativo puesto que los hábitos de uso son diferentes y esta lista sería interminable. Pueden abarcar desde cualquier dispositivo conectado a la corriente eléctrica, la propia instalación eléctrica de nuestras casas, líneas de transporte eléctrico, transformadores,…, hasta los modernos dispositivos de comunicación inalámbrica como smartphones, tablets y ordenadores portátiles que supuestamente nos hacen la vida más fácil.

Todos ellos tienen en común la emisión de campos electromagnéticos (CEM).

Nuestro organismo está preparado para enviar y recibir campos electromagnéticos de baja intensidad. Ahora bien, con el incremento de las nuevas tecnologías se ha producido también un incremento en la intensidad de los CEM, debido a la multiplicación y diversificación de las fuentes generadoras de dichos campos.

Pero, ¿sabemos de qué manera interaccionan los campos electromagnéticos que generan todas estas tecnologías con el propio campo electromagnético de nuestro cuerpo?