14 de noviembre de 2013

Cuentos chinos

Emperado Yu portando una vara

El legado que la cultura china nos ha dejado, ha sido sin duda uno de los principales pilares en los que se apoya la radiestesia y la geobiología moderna. Hace más de 4000 años, los chinos ya utilizaban varillas para encontrar yacimientos de minerales y aguas subterráneas, incluso para decir dónde construir una ciudad o una casa. El arte milenario del Feng Shui nos habla de la elección de los lugares más propicios para vivir en armonía con la naturaleza. Así, el geomante era el encargado de determinar el lugar y la orientación adecuados para la construcción de las viviendas a fin de asegurarse de que estas no estuvieran surcadas por las "venas del Dragón" (corrientes telúricas) ni se hallaran en una "salida de los Demonios" (cruces geomagnéticos muy perturbados). En este contexto, destacó el Emperador Yu, de la dinastía Hsia, conocido como Yu El Grande, El Conquistador de Inundaciones.Conozcamos algo más de la historia de este emblemático gobernante.

El emperador Yu gobernó desde el año 2205 hasta el 2197 a.C., y fue conocido por sus artes radiestésicas.
Era alabado por su ciencia de los yacimientos mineros y de las fuentes. Detectaba objetos escondidos y supo regular juiciosamente el trabajo de la tierra según las diversas estaciones.
Yu, a través de la radiestesia, determinaba la calidad energética de los lugares donde se pensaba edificar porque ya entonces se sabía que un lugar inadecuado podía ser causa de enfermedades.
Pero sin duda su máximo reconocimiento y amor de su pueblo lo consiguió en su faceta como ingeniero, en su lucha contra las inundaciones.
Según la historia, un gran diluvio inundó el valle del Río Huanghe (Amarillo). El agua cubría incluso las colinas, por lo que la gente no podía ni siquiera conseguir alimentos. El Rey Shun ordenó al oficial Yu que tomara control de esta catastrófica situación. Yu organizó a los príncipes que gobernaban esos parajes y la gente que vivía en ellos para que cortaran los canales y construyeran dragados para conducir las aguas hacia el mar. Trabajó durante 13 años hasta lograr tener la inundación bajo control expulsando a los “dragones” y a todas las fuerzas del mal confinándolas en las marismas.