3 de noviembre de 2017

Fuentes de contaminación electromagnética en el interior de nuestras casas

Todos sabemos o al menos sospechamos que vivir en las cercanías de líneas eléctricas, transformadores urbanos o antenas de telefonía móvil supone un alto riesgo potencial para nuestra salud.
Por tanto, a la hora de adquirir una vivienda (ya sea en compra/venta o en alquiler) cuidamos que este tipo de elementos productores de campos eléctricos y electromagnéticos estén ausentes o al menos estén alejados una cierta distancia..
Pero otro factor importante de riesgo lo encontramos en nuestra propia casa.
Los elementos productores de campos eléctricos más habituales en nuestras casas son:
  • Una instalación eléctrica defectuosa. 
  • Electrodomésticos.
  • Transformadores.
  • Ordenadores y dispositivos electrónicos conectados a la red eléctrica (tablets, aparatos vigila bebés, teléfonos móviles,…)

En muchas ocasiones, el ambiente electromagnético en el interior de nuestras casas supera al procedente del exterior.
Por tanto, es importante cuantificar el nivel de exposición a campos electromagnéticos generados en el interior de nuestras casas.
Como os he comentado, los campos eléctricos alternos artificiales se producen sobre todo dentro de nuestras casas.
Tenemos muchos electrodomésticos con cableado sin toma de tierra. Por ejemplo, utilizamos flexos y lámparas de mesilla junto a las camas y sobre los escritorios que causan campos cientos de veces mayores que irradian a varios metros de distancia por el simple hecho de que no tienen toma de tierra. Los cables de dos hilos con enchufes planos (sin toma de tierra) producen campos mucho más intensos que los cables de tres hilos con enchufes con toma de tierra.
Cuando una instalación eléctrica no es de buena calidad y/o no dispone de una toma de tierra según la normativa, junto a las paredes pueden aparecer campos de intensidad considerable que sobrepasen fácilmente los valores de referencia (SBM 2015) en unas 20 a 30 veces.
Los cables e instalaciones apantallados no deberían generar campos.
Los campos eléctricos de intensidades extremas pueden aparecer también, entre otras causas, por:
  • Defectos de instalación en calefacciones.
  • Sistemas de camas o sofás ajustables con mecanismos eléctricos.
  • Mantas y almohadas eléctricas.
  • Tubos fluorescentes, down-lights, lámparas de techo, braseros,…
Consejos útiles:
Como prevención ante los riesgos de la contaminación electromagnética, os puedo resumir una serie de medidas:
  • Hacer una correcta distribución de la instalación eléctrica.
  • Eliminar todos los aparatos eléctricos de las cercanías de la cama o del dormitorio.
  • No situar los cabeceros de las camas en paredes contiguas a la de la cocina donde estén todos los electrodomésticos (frigorífico, horno, lavavajillas, fogones eléctricos,…)
  • Separar el cabecero y cualquier estructura de la cama de paredes que tengan campos eléctricos.
  • Distanciarse de los focos de radiación.
  • Comprobar que nuestro vecino no esté generando campos eléctricos (instalación eléctrica, televisor, electrodomésticos,…) que afecten a nuestra vivienda, especialmente a los dormitorios.
  • Desconectar los aparatos eléctricos cuando no los estemos utilizando, sobre todo a la hora de dormir.
  • Poner una correcta toma de tierra.
En el caso de que los campos eléctricos no estén causados por la red eléctrica propia (pared medianera con el vecino), se puede recurrir al apantallamiento.
Como veis, el seguir unos prácticos consejos de higiene Geoambiental o electromagnética, pueden ayudarnos a mejorar nuestra salud.
A través de un consumo responsable y de un uso adecuado de los electrodomésticos conseguiremos reducir nuestros tiempos de exposición a campos eléctricos.

En esta ocasión, la solución depende de nosotros.

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